El Taller perseguía entre sus objetivos una intencionalidad proyectual, que incluyó plasmar en una serie de ideas para la resolución del hábitat en el centro histórico camagüeyano. Dichas ideas -construidas por cada grupo de trabajo seleccionando uno o varios de los casos de análisis realizados- pueden sintetizarse (de la mano de Belén) en lo siguiente:
En el
sector “calle San Pablo” el grupo verde propone generar créditos que permitan a
los cuentapropistas de la zona mejorar su comercio, creando un fondo común con
la devolución de las tasas que sea reinvertido en mejorar condiciones de
habitabilidad de otras viviendas, así como en nuevos créditos para
cuentapropistas. Se entiende que apoyar el trabajo de los cuentapropistas les
permitiría mejorar su propia condición habitacional así como la de aquellos que
no posean viviendas productivas.
En el
sector “San Fernando” el grupo magenta reconoce al menos dos áreas, una de
mayor centralidad y otra de uso predominantemente residencial, entendiendo que la
primera abastece a toda la ciudad en su conjunto requiriendo intervenciones en
el espacio con carácter más público; mientras que la segunda, respondiendo al
fragmento, requiere una intervención urbana pensada para las familias del
barrio. También las lógicas de intervención en lo habitacional se presentan
diferenciadas, proponiéndose, para la segunda, densificar el área y promover
las viviendas de tipo productivas.
El grupo
Azul, en el área del “Teatro Principal” reconoce una gran actividad cultural que
puede potenciarse. Para ello proponen como acción urbana generar un eje
estructurador de los espacios culturales ya existentes acentuando su
posicionamiento como polo cultural, revitalizando y cualificando el espacio
público. En la escala habitacional proponen redirigir los fondos recaudados por
la oficina del historiador para generar intervenciones puntuales que
posibiliten un uso más eficiente y
racional del área habitable.
En el área
de San Juan de Dios, el grupo Cyan reconoce que mientras el plan fachada avanza
en el fragmento sólo logra un mejoramiento externo, evidenciándose una
importante precariedad habitacional, así como numerosas viviendas demolidas o a
medio demoler y viviendas colocadas para la renta o venta. Ante este panorama
proponen un sistema por etapas para el recupero habitacional a partir de una
primer experiencia piloto de conformación de una cooperativa mixta (ayuda mutua
+ cooperativa ya existente) comenzando con recursos de tres tipos: subsidio,
préstamo y aporte de materiales a precio de producción. La primera intervención
sería la recuperación de una vivienda tugurizada mejorando su habitabilidad relocalizando
a algunas familias en una de las viviendas a medio demoler que se interviene.
En ambas acciones se propone combinar el
uso residencial con algún uso comercial (habitaciones para renta) como forma de
obtener recursos que permitan la devolución del crédito y así seguir generando
rédito para nuevas intervenciones. De esta manera el subsidio inicial podría
ser cada vez menor. Para asegurar que el uso comercial no desplace el
habitacional se piensa en la propiedad colectiva del inmueble y por tanto del
comercio generado. La estrategia, aunque articula con los organismos
burocráticos ya existentes y arquitectos de la comunidad obliga al replanteo de
nuevos actores, funciones y roles de los mismos.
Finalmente,
el grupo amarillo propone para el área de “Hermanos Agüero”, a nivel urbano,
una relocalización de los servicios / equipamientos en el fragmento. Mientras
que a nivel habitacional plantean un
recupero a partir de tres elementos estructuradores: mejorar las condiciones
habitacionales de las familias alojadas en una cuartería para un número
adecuado, realojar a algunas familias en un edificio a recuperar cercano a la
cuartería y recuperar el Bar “3D” potenciándolo como bar temático “cooperativo”
como estrategia de generación de actividades de sustentabilidad económica
(obtención de recursos para el sostenimiento de las acciones y a la movilización
y presentación de experiencias cooperativas).
En todos
los casos, se piensan modelos de gestión que viabilicen las propuestas. Con la
especificidad en cada fragmento, en términos generales se apunta a la
importancia de la participación de los vecinos, a la organización comunitaria
de los mismos, y a la búsqueda de anclajes y adaptaciones de las oficinas y
programas estatales ya existentes.
En el
mismo sentido, todos plantean estrategias para el financiamiento factible de
las propuestas. Las mismas se basan en captación y reinversión de plusvalías,
en esquemas por etapas en el tiempo para abarcar las diferentes situaciones de
precariedad urbana habitacional y en el
cooperativismo y organización comunitaria como opción más factible para su
concreción.
Foto: Paola Bagnera |
No hay comentarios:
Publicar un comentario