Por Valentina Aguiar *
La vivienda social, dado su carácter masivo, ha
tenido un fuerte impacto en la configuración urbana de la ciudad de Paraná. La
presente investigación surge de la percepción de un desfasaje entre las
respuestas habitacionales heterogéneas y múltiples que realizan los pobladores
de una ciudad, y los planteos funcionalistas, racionalistas y económicos, que
muchas veces ofrecen los gobiernos nacionales, provinciales o municipales,
dando como resultado planteos homogeneizadores que reproducen en serie un
determinado tipo. A esta situación se suma el deterioro edilicio prematuro de
ciertos conjuntos habitacionales, lo cual se reconoce como un síntoma de la
falta de adecuación de estas propuestas a la realidad social, económica y
cultural de la población destinataria.
En este contexto, la investigación intenta dar
respuesta a la pregunta: ¿cuáles son
los imaginarios sociales que poseen los habitantes de viviendas de interés
social de la ciudad de Paraná y cómo influyen en el grado de apropiación y
conservación del inmueble?
El planteo parte del convencimiento de que el
reconocimiento de los imaginarios permite crear una arquitectura originada en
las formas de vida de las personas, y no en estereotipos que pueden resultar
inadecuados temporal o espacialmente.
Es por esto que la hipótesis toma como punto de partida el hecho de que la producción
social del hábitat se caracteriza por ser heterogénea y múltiple. Sin embargo,
las respuestas estatales al problema habitacional, por lo general, no toman en
cuenta la diversidad de imaginarios allí reflejados, ofreciendo como solución
viviendas homogéneas y poco flexibles. Además, ciertos tipos edilicios no
siempre permiten desarrollar adecuados niveles de apropiación y conservación,
lo que deriva en la falta de valoración positiva y posterior degradación del
inmueble.
El objetivo
general es reconocer la trama de significados o imaginarios sociales que poseen
los habitantes de viviendas de interés social en Paraná.
La metodología
que se previó para el abordaje de la problemática fue, en una primera
instancia, el estudio de casos, ya que permitió reconocer y tipificar casos
diversos en términos de respuestas arquitectónicos y fundamentalmente urbanas. El
mismo involucró relevamientos gráficos, fotográficos, planimétricos, así como
entrevistas individuales y grupales que permitieran evidenciar opiniones y
percepciones de sus habitantes.
Los casos seleccionados fueron el barrio San
Martín (1950), el Consorcio Yrigoyen (1958/62), el barrio AATRA III (1975/81),
el barrio El Sol II (1980/82) y el barrio Paraná 90 Viviendas (1989/2000), ya
que cada uno pertenece a una década en particular y evidencian distintos modos
de aproximación al problema de la vivienda y la ciudad.
CONCLUSIONES:
Sobre las
tipologías arquitectónicas y los modelos urbanos
En primer lugar, se reconoció que en la ciudad de
Paraná ninguna de las teorías sobre los modelos urbanos (ciudad jardín o ciudad
concentrada) fue adoptada de manera taxativa. Se advierten influencias o
intenciones, pero que están necesariamente atravesadas por las particularidades
del sitio y las condiciones socioeconómicas de la población. En muchos de los
planteos todavía permanecen características de la ciudad “tradicional”, como la
adopción del damero. Por otra parte, se pudo apreciar que las iniciativas del
Estado se han caracterizado por su preferencia por la vivienda individual y por
una ocupación extensiva del suelo urbano.
Los espacios comunes en las viviendas colectivas son
percibidos como conflictivos por los vecinos, por lo que prefieren el modelo de
ciudad jardín, que les permite ser propietarios de una porción de tierra.
Conservación
En coincidencia con la opinión de los vecinos, se
pudo apreciar que la calidad constructiva y propositiva de las viviendas ha ido
disminuyendo con los años, impactando en los niveles de perdurabilidad.
Por otra parte, y en líneas generales, se puede
observar que los casos mejor conservados cuentan con la presencia de una
comisión vecinal o consorcio con capacidad de gestión. Asimismo, la escala del
conjunto influye en la posibilidad de gestionar el mantenimiento. También cabe
destacar que el grado de desconocimiento del reglamento de Propiedad Horizontal
es elevado. El barrio San Martín (1950), compuesto por casas del tipo “chalet
californiano” es el mejor conservado ya que la homogeneidad al conjunto todavía
es evidente.
Adecuación
Las viviendas del barrio San Martín, elaboradas
con materiales nobles como el ladrillo, las tejas y la madera, resultaron ser
las más adecuadas para los habitantes desde el punto de vista de los
materiales, el sistema constructivo y el lenguaje arquitectónico empleado. El
chalet californiano ha resultado apropiado culturalmente, ya que si bien se
trata de un estilo importado que refiere a las imágenes que Norteamérica
comenzaba a distribuir en aquel momento, su “raíz hispana” contribuyó a la
construcción de múltiples imaginarios, desde su calificación de “colonial”
(haciendo referencia a la ocupación española en nuestro país) hasta su
denominación como “chalet peronista” por haber caracterizado la producción
estatal de aquella época en materia de vivienda. Asimismo, se pueden apreciar
influencias del chalet californiano en los prototipos de vivienda implementados
durante la década de los ’90 (barrio Paraná 90 viviendas).
Apropiación
La seguridad jurídica de la tenencia tiene un rol
fundamental en el desarrollo de los distintos procesos de apropiación, así como
la posibilidad de realizar ampliaciones y modificaciones, ya que les permite
reconocerse como individuo y diferenciarse del resto.
Sobre todo en los últimos años, las
intervenciones estatales en materia de vivienda se han orientado hacia la periferia
por la disponibilidad de suelo a bajo costo, pero se dejan de lado los costos
económicos que implica la extensión de las redes de servicios o los costos
económicos y sociales de los destinatarios. Sin embargo, a pesar de los costos
adicionales, la mayoría de los habitantes prefiere la periferia, porque ofrece
un modo de vida tranquilo, introvertido e independiente.
Por otra parte, todos los casos analizados
corresponden a operatorias de viviendas nuevas ("llave en mano"),
destinadas a personas con una determinada capacidad de ahorro, situación que ha
caracterizado el abordaje del problema habitacional en Paraná.
Imaginarios
La vivienda individual de tipo “chalet
californiano” fue la preferida por la gran mayoría de los vecinos al momento de
reconocer su "vivienda deseada". Los techos inclinados de tejas
españolas, el ladrillo visto o los muros revocados pintados de blanco, las
aberturas de madera, el jardín delantero y la posibilidad de tener un acceso
independiente desde la calle son sus grandes atractivos. Es curiosa su
permanencia en el tiempo, ya que ningún otro tipo de vivienda logró generar los
mismos niveles de apropiación, identificación y a la vez respeto por las formas
arquitectónicas. El “chalet californiano” continúa representando para los
paranaenses la materialización del “sueño de la casa propia” instalado en la
época del peronismo y por lo tanto, el acceso a un determinado estatus social.
Por otra parte, en algunos casos, se evidenció el
sentido peyorativo con el que a veces se trata a la vivienda social ya que se
la vincula estrechamente con la mala calidad constructiva y proyectual. A pesar
de esto, en algunos casos, la vivienda social todavía es entendida como un
techo y cuatro paredes tanto por los vecinos como por el propio Estado,
desconociendo su cualidad como espacio generador de significados que permite la
construcción de una identidad individual y colectiva.
* Valentina fue cientibecaria del Programa de Iniciación a la Investigación
Científica en la convocatoria 2011 e integrante del CAID 2009 ¨La vivienda
social y su aporte a la configuración urbana¨, ambos proyectos de la FADU UNL dieron el marco para el desarrollo de esta investigación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario