domingo, 3 de marzo de 2013

Viviendas progresivas en la traza ex circunvalación norte, Santa Fe

Desde hace algunos años una organización social santafesina venía impulsando la generación de un pequeño loteo en un sector de la ex traza de Circunvalación Norte y para esto inició gestiones ante la Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social. El municipio, un poco más recientemente, se sumó a la propuesta, sumando otras familias que requerían de vivienda, siendo que las suyas se encontraban afectadas a un plan de apertura de calles en un barrio próximo. También participó del proceso la provincia, atendiendo a la localización de una escuela en sus inmediaciones, pero dentro de la misma traza.
La propuesta municipal incluía el diseño de un núcleo húmedo (gestionado para su concreción ante Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social) a partir del cual los habitantes pudieran "progresivamente" completar su vivienda por autoconstrucción u otras modalidades, destinados a las -aproximadamente- 40 familias que integran el loteo.
En este sentido, la articulación con Vivienda Social y Ciudad fue diferente a otros proyectos o experiencias que desarrollamos. La convocatoria fue puntual: colaborar en la definición participativa de dicho núcleo húmedo a los efectos de considerar posibles alternativas de crecimiento de la vivienda.
Discutir entre todos cómo sería dicho núcleo, dónde se implantaría pero también qué tipo de "crecimientos" en la vivienda posibilitaría, forman parte de las lógicas con las cuales se pensó el taller y su desarrollo con las familias involucradas.
El taller (que fue pensado con una doble instancia: una parte destinada específicamente a los adultos y la definición del prototipo; y otra para los niños y niñas que vivirían en el nuevo barrio) se desarrolló el sábado 23 de febrero en el CIC de Aristóbulo del Valle.

1. La definición del prototipo habitacional:
El objetivo se centró en discutir participativamente el diseño de un prototipo habitacional y sus alternativas de crecimiento.
El taller, desarrollado a partir de grupos en cada uno de los cuales se mezclaron las procedencias de los distintos destinatarios, se organizó a partir de un trabajo con maquetas (escala 1:50, desarmable) y un plano de la vivienda propuesta por el municipio inicialmente.
El trabajo se centró en debatir acerca de la relación entre las necesidades familiares y el prototipo propuesto, su crecimiento (en planta baja o en alta), la localización de espacios comunes, la conveniencia de implantar el núcleo húmedo en qué situación, etc.
El registro de lo discutido dio lugar a una modificación del plano inicial y a la generación de diversas alternativas de crecimiento, todas a partir de la misma localización y definición del núcleo húmedo que fue consensuado en dicho taller.
La tarea significó para nosotros una importante experiencia, atendiendo a lo que siempre nos ponemos como objetivo básico en estas discusiones e intercambios: nuestro rol no es el de dar respuestas sino el de movilizar preguntas para construir entre todos esas respuestas. El objetivo entonces es que esa participación pueda generarse: para que el /la otro/a participe, nuestro rol justamente implica poder aportar aquellas herramientas y conocimientos necesarios para que lo pueda hacer con la mayor equidad posible. En ese sentido, casi siempre "información" es igual a "equidad" y explicar procesos (constructivos, espaciales, etc.) forma parte de esos aportes o esas informaciones que podemos aportar y construir con los demás.
El trabajo de ida y vuelta en gabinete permitió plasmar los acuerdos generados y las diversas opciones de crecimiento habitacional planteadas.

2. El taller de los niño/as:
Mientras los adultos discutían acerca de la vivienda futura, los chicos participaron y se involucraron en el proceso, a partir de una serie de juegos que permitieron reconocer cómo es la casa que habitan y su barrio y cómo les gustaría que fuera la nueva vivienda.
En una primera instancia el objetivo fue reconocer qué elementos del barrio actual les gustaría replicar en el nuevo, cuáles no y porqué. La consigna entonces era: "si me tuviera qué mudar ¿qué cosas me llevaría al nuevo barrio?; ¿qué elementos nuevos propondría para él?"
Trabajando en grupos y con maletines para guardar “lo que me llevaría” y cartillas con posibles elementos (plazas, canchas de fútbol, escuelas, centros de salud , comercios, iglesias, personas, entre otros) así como cartillas en blanco para que dibujaran lo que se imaginaran, cada equipo acomodó esos elementos en una base rígida estableciendo relaciones en la ubicación entre los mismos.
En un segundo el objetivo fue reconocer qué elementos de su antigua casa les gustaría replicar en la nueva, así como imaginar cómo les gustaría que fuera y su relación con la nueva disposición en el barrio (al lado de quién me gustaría vivir, cerca de la plaza?, de algún comercio?). Esta segunda instancia permitió que todos los chicos pudieran participar y contarnos lo que elegían y el por qué. Nos permitió reconocer cómo es su vivienda actual y qué les gustaría mantener y qué incorporar. Les permitió contarnos acerca de la dinámica familiar, de lo que esperan y a ellos imaginar cómo podía ser la nueva casa.
Por último cada uno, muy motivado, le mostró su casita a los padres y compartimos con el taller de los grandes qué es lo que habíamos hecho en ese tiempo.  

3. El estado de situación del proyecto
El trabajo en gabinete permitió (en un ida y vuelta con el Municipio) presentar el proyecto de solicitud de núcleos húmedos ante la Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social, estando en estos momentos en instancias de evaluación para su adjudicación.
Esta experiencia un tanto "atípica" para nuestros procesos (que en general son más largos y provienen de articular con organizaciones sociales o grupos insertos en el territorio con algún tipo de vulnerabilidad urbano habitacional) nos planteó la complejidad de articular con distintos organismos estatales y contribuir - si bien "solamente" desde el punto de vista metodológico- a la definición del prototipo habitacional. Este pequeño aporte contribuyó a construir un diálogo partiendo de la base de que cualquier intento de considerar una vivienda progresiva implicaba necesariamente una definición participativa, y que el rol protagónico debía entonces ser asumido por los futuros habitantes.